En la vida de las personas constantemente vemos actitudes de indolencia, inmisericordia, frialdad, egoísmo y muchas cosas más. Muchas de estas actitudes pareciera imposible que pudieran provenir de un ser humano. En los hogares, en las calles, en colegios, en las empresas, vemos como personas maquinan el mal contra otras personas a su alrededor.
Hágase las siguientes preguntas, ¿Cómo está su corazón hoy?, ¿Qué le está ofreciendo a los demás?
Recuerde que todos lo que hacemos y decimos, refleja aquello que hay en nuestro corazón.
Que nuestro Padre eterno les guíe siempre por sendas de rectitud y de justicia.