Durante el transcurso de nuestra vida, hemos enfrentado situaciones que nos han marcado. Desde nuestra niñez hemos actuado como esponjas absorbiendo cada situación buena y mala. Es por eso que tenemos buenos y malos recuerdos. Es por eso es que hay situaciones que nos impulsan y otras que nos frenan. Las primeras, siempre serán bienvenidas; pero las otras debemos sacarlas de nosotros, para que podamos levantar nuestras alas como las águilas. Dios quiere que frente a los vientos de adversidad, levantemos las alas y volemos libres de todo conflicto.
Usted puede tomar hoy la decisión de ser libre o seguir preso de los conflictos que lleva en su interior, los cuales lo mantendrán limitado en muchas ocasiones y situaciones.
Que la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guarde sus pensamientos y sus corazones.