SER O NO SER: DILEMA DEL CRISTIANO

La famosa frase de William Shakespeare se ha convertido en el dilema de los cristianos de hoy; muchas veces ponemos ante Dios nuestra condición de hijos suyos cuando necesitamos la respuesta a una oración, cuando necesitamos que Él nos supla alguna necesidad y somos unos excelentes cristianos dentro de la iglesia; pero en otras ocasiones vivimos ante el mundo como si no lo fuéramos, cuando se trata de compartir a otros de nuestra fe, de actuar bajo principios y decir “no” a las tentaciones.

Es una lucha en el cristiano inmaduro el confesar a otros acerca de su fe y de su estilo de vida, pues teme a la burla, a la crítica o a ser excluido, porque aún se encuentra bajo los lineamientos que plantea el mundo. 

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