"En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria." (Efesios 1:13-14)
BIENVENIDO A MENSAJEROS DE VIDA ETERNA
Espero que el contenido de los temas expuestos en este blog, sirvan para que tu vida sea cimentada y edificada en la Palabra de Dios que produce vida en todo aquel que la recibe.
Comparte este blog a tus amigos y deja que también sus vidas sean transformadas por el amor de Dios.
RAIMOND ESCORCIA ROMERO
Teléfono: (1) 540 0815 - Cel. (57) 312 719 52 17
email: sellodeamoreterno@gmail.com
facebook.com/anillodesellar/
twitter: @SealRingOfLove
martes, 5 de septiembre de 2017
DEJA A CRISTO ACTUAR
Al Trono de Dios llega todos los días una innumerable cantidad de oraciones de cristianos suplicando la respuesta de Dios en diversos asuntos, como sanidades, necesidades económicas, la realización de anhelos, etc. La Palabra de Dios nos enseña que estas oraciones suben delante de Dios como un incienso de olor fragante. (Apocalipsis 5:8; 8:3-4).
Aquí cabe aclarar que los santos a los cuales se refiere la Palabra de Dios, somos todos aquellos que hemos sido santificados por el sacrificio de nuestro Señor Jesús en la cruz, es decir, todos los que hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador y no hace referencia a ningún “mártir de la fe” que haya sido “canonizado”.
Pero también hay muchas oraciones que no alcanzan a llegar al Trono de Dios, porque no tienen el ingrediente principal que es la fe, y el apóstol Santiago nos enseña que el que duda no recibirá cosa alguna del Señor. También en Hebreos 11:5, la Biblia nos enseña que sin fe es imposible agradar a Dios. De manera que, nuestra incredulidad impide que Dios responda nuestra necesidad.
La historia relatada por Mateo en los primeros versículos de este capítulo 8, nos permite encontrarnos con una sanidad realizada por Jesús de una enfermedad cutánea, de carácter asqueroso, difusivo y que también era incurable, llamada lepra. Las condiciones de esta enfermedad, hacían que quienes la padecían, fueran excluidos del pueblo y tuvieran que vivir en un lugar apartado. La violación de este exilio, podría suponer la muerte para el leproso.
Pero este hombre no permitió que el miedo por las consecuencias que esto le podría traer, lo detuviera. Él se acercó, se postró en adoración a los pies de Jesús y le dijo "si quieres, puedes sanarme". No dice que creía que el Señor pudiera sanarlo, sino que, con una breve frase declara una confianza que no conocía duda, de lo único que no estaba seguro es de si la voluntad de Cristo era sanarlo. Pero de lo que si estaba seguro, es que Cristo sólo tenía que “querer” hacerlo. Esto demuestra con cuánta “reverencia” cayó el leproso sobre su rostro delante de Cristo.
Jesús responde con misericordia al acto de fe de este hombre leproso y le concede aquello por lo cual imploró: la sanidad.
¿Cuando pides algo a Dios, lo haces con la certeza absoluta de que Él puede hacerlo, o la duda termina por arrebatarte la esperanza de recibir aquello por lo cual clamaste a Dios? Debes recordar que Dios promete concedernos todo aquello que pedimos conforme a Su voluntad.
Si te ha gustado esta reflexión, compártela con tus amigos y familiares.
Apóyanos dándole "Me Gusta" a la página en facebook: https://www.facebook.com/anillodesellar
También puedes encontrarnos en twitter como @SealRingOfLove, o escríbenos a sellodeamoreterno@gmail.com.
Dios te bendiga y que tengas un excelente día.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario