Todos los seres humanos, tenemos necesidades. Algunas fácilmente las podemos satisfacer, mientras que otras nos implican esfuerzo y preocupación. Cuando se presenta alguna necesidad que se sale de nuestras manos suplirla, generalmente buscamos a otras personas que puedan ayudarnos. ¿Pero es esto correcto?
Nuestro desconocimiento de Dios y de Su palabra, nos lleva a cometer muchos errores, como acudir a las personas equivocadas, lo que implica desgastarnos dando explicaciones a quien no debemos, o incluso, llegar a pedir ayuda a brujos, chamanes o personajes semejantes, para que nos ayuden a "cambiar nuestra suerte".
Pero la voluntad de Dios, es que lleguemos a confiar en Él de tal manera, que contra viento y marea acudamos a Él, a pedirle a Él y a saber esperar en Él. El Señor Jesús nos enseña en Mateo 7:7-11, que si acudimos a Dios, Dios nos responderá, y la seguridad que nos da, es que si nosotros que somos malos, sabemos dar buenas cosas, ¿cuánto más Dios, siendo infinitamente bueno y además Todopoderoso, nos dará buenas cosas cuando acudimos a Su presencia para pedirle por alguna necesidad o un anhelo?
Nuestro desconocimiento de Dios y de Su palabra, nos lleva a cometer muchos errores, como acudir a las personas equivocadas, lo que implica desgastarnos dando explicaciones a quien no debemos, o incluso, llegar a pedir ayuda a brujos, chamanes o personajes semejantes, para que nos ayuden a "cambiar nuestra suerte".
Pero la voluntad de Dios, es que lleguemos a confiar en Él de tal manera, que contra viento y marea acudamos a Él, a pedirle a Él y a saber esperar en Él. El Señor Jesús nos enseña en Mateo 7:7-11, que si acudimos a Dios, Dios nos responderá, y la seguridad que nos da, es que si nosotros que somos malos, sabemos dar buenas cosas, ¿cuánto más Dios, siendo infinitamente bueno y además Todopoderoso, nos dará buenas cosas cuando acudimos a Su presencia para pedirle por alguna necesidad o un anhelo?
Pero también es cierto que Dios no nos dará todo lo que pidamos. Viviríamos en un mundo donde todos tendríamos lujos, y definitivamente, eso es lo que menos le importa a Dios. Los seres humanos solemos poner nuestros ojos en cosas vanas y perecederas, nos aferramos a esta vida y a tener muchas cosas, como si fuéramos a vivir aquí por siempre, olvidándonos de las cosas eternas, de lo que es real y verdadero.
Conocí a un hombre que se resintió con Dios, porque le pidió sanar a uno de sus hijos de una enfermedad, pero al no ver la respuesta que esperaba, cambió de parecer, empezando a negar a Dios, e incluso a decir que el diablo le había dado más. ¿Es acaso obligación de Dios actuar según nuestro parecer? o ¿nuestro amor hacia Él, depende de lo que nos dé?,
Otra cosa que debemos tener en cuenta, es que Dios considere concedernos aquello que le hemos pedido, pero quiera hacerlo en un momento mucho mejor, como le he visto hacer en más de 20 años de vida cristiana.
Así que, hijo o hija de Dios, no dudes, no dejes de confiar y de esperar en Él; al fin y al cabo, si nos dio a Su Hijo, ¿habrá alguna cosa importante que Dios nos niegue? Pero recordemos que "sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Él, es necesario que crea que Él es, y que galardona a los que le buscan" (Hebreos 11:6)
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Dios te bendiga y que tengas un excelente día.
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